La hija de la noche es un libro de Laura Gallego Garcia, que nació en Quart de Poblet, en 1977. Cuando tenía 9 años hizo un libro de 300 páginas, que le costó de hacer 3 años. Empezó a publicar sus libros cuando tenía 22 años, y, aparte de este libro ha publicado otros como Memorias de Idhún o Crónicas de la Torre. La hija de la noche es el libro número 19 de la colección Periscopio, de Edebé, y va dirigido a estudiantes de ESO, pero es un libro interesante para los adultos.
Este libro cuenta que un día, en el pueblo de Beaufort, una joven veinteañera llega al pueblo para comprarse una mansión a las afueras. Todo el vecindario se altera y, el gendarme del pueblo, Max, tiene que calmarlos y convencerles de no ir a destruir la mansión. Entonces va al caserón y decide investigar lo que pasa en ese sótano. El señor gendarme hace ir por medio mundo a un detective, que investiga unos extraños sucesos en el pueblo relacionados con Isabelle. Por medio de todo esto hay una extraña historia de amor.
Me ha gustado mucho porque mezcla lo real y lo imaginario, como resulta ser el vampiro. Cuando cierras el libro, piensas: ¿Y ahora qué pasa? Entonces sigues y no puedes parar. Me ha dado intriga en esos momentos; iba por el capítulo VII y lo acabé esa misma noche. Ha habido cosas que no entendía pero que después se aclaraban y era todo muy extraño. A veces daba miedo y otras daba tristeza.
Max es un gendarme muy inteligente, pero no muy valiente ni atrevido. Ha sido mi personaje favorito. El segundo personaje que más me ha gustado es la señorita Dubois, que aunque es señorita es una anciana, es también inteligente y charlatana. También están Isabelle, muy tímida y flaca; Jerôme, valiente e intrépido; Mijaíl, noble a Isabelle y grandullón; el granjero Henri Morillon, muy tímido, y las astutas y cotillas Lavoine, Chancel, Buquet y Bonnard.
Este libro es misterioso, me he estado enganchando constantemente y no he podido parar de leer. Me encanta leer, ya sean libros de ciencia ficción o de elfos y príncipes, de todo variado. Este libro da un poco de respeto a las personas mayores, que también son inteligentes e importantes en la sociedad, al igual que todos. Me ha aportado muchas cosas, buenas y malas, como que no hay que juzgar por la portada. Yo lo recomendaría a mi madre, a otros alumnos y a personas mayores.
Lluc, 1º ESO
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