EDUCACIÓN, UN PROBLEMA CRECIENTE

La vida ha estado cambiando a una velocidad vertiginosa desde hace unos cuantos años, tanto el entorno como las personas. En consecuencia, cada vez hay más diferencia de una generación a otra.

Uno de los grandes avances ha sido la tecnología, sólo hay que observar que dependemos de ella continuamente. Ello también ha conseguido el auge de los medios de comunicación, y ha conllevado a que tengan una gran repercusión en nosotros ya que estamos expuestos a problemas y oportunidades a entender y conocer, cosa que antes no era posible.

También ha cambiado la sociedad, que ahora es mucho más compleja dada la gran diversidad de culturas y religiones que conviven en un mismo entorno. Asimismo se da mucha más importancia a la sociedad como comunidad, tanto, que está demostrado que la felicidad individual depende en gran medida del resto de la comunidad.

Incluso con todos estos cambios tan evidentes, el sistema educativo actual no ha mostrado ninguna mejora ni ningún cambio en sus bases. La educación se sigue basando en un sistema diseñado a principios del siglo XX cuando solamente un 5% de los empleos requerían un conocimiento especializado, mientras que ahora supera el 70%.

En definitiva, se está aplicando una educación antigua basada en una forma de vida de hace dos siglos, que además está sometida a la presión de los resultados académicos y a las agendas políticas.

 

¿SE ESTÁ EDUCANDO PARA EL SIGLO XXI?

Las características del modelo educativo y su aplicación a los estudiantes, está dando como resultado la poca motivación, tanto de alumnos como profesores, y la mala visión de la escuela.

Ahora los centros educativos son vistos por los jóvenes como un lugar donde se empiezan exponiendo todas las normas que no se pueden romper y las maneras de castigo, así como un torrente de información constante que se debe aprender para un futuro que nadie ve con claridad.

Además, la motivación brilla por su ausencia, dado que un estudiante contra más tiempo está en el aula menos motivado está.

Por no hablar de las relaciones profesor-alumno, que cada vez es más complicado tejer esos vínculos cuando al día pasan de media unos cinco profesores, y algunos de ellos ni te conocen, pero además resulta que al año siguiente tendrás distintos profesores de nuevo. En consecuencia es frecuente encontrarse profesores “pared” (por nombrarles de alguna forma) que sólo se preocupan por imponer o exponer los contenidos de las asignaturas.

Con tantos y tan variados problemas en el sector educativo, el gobierno español opta por adaptar medidas educativas como blindar la seguridad del profesorado, pero ¿Sirve esto de algo? ¿Se está poniendo tiritas sobre heridas muy profundas?

 

REFORMAS PARA NUESTRO SIGLO

Para crear un modelo actual y prospero se debe cambiar de raíz el concepto que tenemos de educación y cuidar hasta los más pequeños detalles que aparentemente pueden no tener importancia pero que observándolos, si que los tienen. Un ejemplo de ello es la acción de cerrar las puertas a los alumnos que han llegado tarde, una escuela debería de estar siempre abierta. Esta acción tiene como consecuencia un sentimiento de rechazo y odio hacia ella.

La escuela no debe limitarse a impartir conocimientos, sino además  fijarse en los estudiantes y comprender su manera de razonar, así como sus emociones, para buscar no sólo acumular conocimiento sino desarrollar habilidades y crecer como personas plenas capaces de afrontar los retos de la vida. Eso es lo verdaderamente importante de la educación.

Las empresas ya no piden tareas memorísticas ni manuales, sino habilidades como pensamiento crítico, empatía, transferencia del conocimiento, creatividad e innovación.

Una de las peores consecuencias del modelo actual es la pérdida de la pasión por parte del profesorado, que posteriormente y en consecuencia también la pierde el alumnado. Esto se debe a que el sistema está tan ordenado, tan reglamentado y tan centrado en los resultados que pierden la pasión por culpa de la presión.

Por eso la reforma debe comenzar por el profesorado, que se le ha de dar más espacio para enseñar lo que enseñan, implicándose tanto en su propio crecimiento personal como el de los alumnos. Así, además de mejorar como persona, recuperarían su vocación y el sentido de su profesión.

Por otra parte se debería de cambiar la formación del profesorado, aplicando estrategias, para ser más eficaz a la hora de comprender a los alumnos y saber cómo pueden atraerlos hacia la materia, y aplicar la inteligencia emocional, para enseñar a manejar las emociones, incluso las más perturbadoras así como los impulsos. De este modo se potencia la creatividad guardada muchas veces por la vergüenza o la crítica.

También debemos potenciar la confianza en uno mismo y desarrollar la actitud de considerar al mundo entero como parte de nosotros.

Los profesores deben poner todos los conocimientos y comprensión posible tanto en el contenido, como en los estudiantes y en el centro donde trabajan, teniendo en cuenta que su trabajo no sólo consiste en hablar sino también en escuchar que pueden aportar otras personas.

Ahora bien, el que no asuma los compromisos de ampliar su conocimiento y de volcarse en la docencia, debería dedicarse a otra cosa.

Por último, como alumnos debemos reflexionar la idea de vida que tenemos, así como saber que vamos a hacer con ella y que terceras personas no nos cambien nuestro criterio. Además, reflexionar sobre los valores con los que hemos crecido así como la posibilidad de seguirlos o no.

Porque tenemos la posibilidad de desarrollar nuestro futuro y obtener un papel activo a la hora de mejorar aquello en lo que no estamos de acuerdo. Tenemos mucho que decir de lo que queremos del mundo y de como debe ser.

  1. Totalmente de acuerdo con tu punto de vista. Las causas de la desmotivación son un factor importante a la hora de enfrentarnos a la rutina de un adolescente, que rara vez es otra que ir a clase. Es fácil definir que “no tenemos ganas de…” cuando realmente pueden existir millones de puntos aparte. Claramente tampoco debemos de meter a todos en ningún saco. Hay profesores y alumnos muy diferentes. Pero, siempre deberían de partir ambos con una base. Los profesores con las de “querer enseñar cómo se debe” y los alumnos con “tener ganas de aprender” cierto es, que no siempre se cumple como es debido este punto. Llegando a la conclusión misma que tú, es que… quizás un vínculo más intuitivo profesor/alumno facilitaría las cosas en ambas partes. Muy buen artículo. Muy de acuerdo, y mucha suerte.

  2. Ánimo. Hay que tener capacidad de crítica para intentar que las cosas cambien. Pero no olvides nunca que el cambio empieza por uno mismo. No esperes que el exterior cambie según tu quieres porque lo que hay fuera no te gusta. ¿Que hacemos cada uno de nosotros por mejorar el sistema?. ¿Que haces tu?. Escribir este artículo, es importante…….. Y escribir este comentario también. Un saludo. Mª Angeles.

  3. En un entorno de estas características, muchas veces se reprime la posibilidad de un cambio personal e individualizado hacia el exterior. Es muy fácil escribir sobre problemas sin dar soluciones. De hecho, en la historia, muchos han hablado de problemas pero pocos de soluciones.
    Cada uno puede cambiar a bien o a mal, pero no hay que olvidarse que somos lo que nos enseñan, directa o indirectamente.
    El cambio debe centrarse en las personas que nos gobiernan, que pueden dar soluciones más rápidas y eficaces, por eso, este artículo va dirigido a ellas.
    Yo, personalmente, estoy contento con lo que hago para intentar mejorar el “sistema” y sólo espero poder seguir igual dentro de unos años. Quiero poder responsabilizar a los causantes de los problemas de mi entorno, incluso si soy yo mismo. Y no encontrarme en un lugar de trabajo donde no reconozca ninguno de estos factores o los reconozca erróneamente.
    Hay que abrir la mente hacia grandes cambios, no solo personales sino globales.
    Agradezco y respeto cada una de vuestras opiniones y me alegro al poder utilizar estas herramientas para la divulgación de las diferentes opiniones.

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*