Democracia y Derechos Humanos. Lorena Argudo.

LA DEMOCRACIA HASTA HOY
Si bien la democracia surgió en la Grecia antigua hace más de dos mil cuatrocientos años, tras la caída del Imperio Romano permaneció sepultada durante diez siglos bajo las ruinas de una civilización.
¿Cómo recuperamos la democracia, llevándola a nuestro sistema político?

La democracia comenzó a despertar de su largo letargo en el siglo XVII, con las palabras del pensador teórico John Locke, que partiendo de ideas políticas anteriores reelaboró las bases ideológicas de la Revolución Inglesa, en su “Ensayo sobre el verdadero origen, alcance y finalidad del gobierno civil” (1690).
No obstante, esto solo supuso un preámbulo, pues en el siglo XVIII, dos pensadores de origen francés fueron los encargados de divulgar por Europa las ideas de Locke, arrojando a su vez, un poco de luz sobre el asunto:

Montesquieu, frente al absolutismo monárquico de Luis XIV, defiende la revalorización del papel de la nobleza en el gobierno y la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
Rousseau establece las bases del futuro movimiento democrático: la soberanía del pueblo, las leyes que rigen una nación deben expresar la voluntad de los ciudadanos, los cuales han de gozar de derechos comunes a todos ellos.

Estas ideas servirán de base ideológica al movimiento revolucionario en Estados Unidos (1776), Francia (1789) y a la constitución española en las Cortes de Cádiz (1810-12), procesos que dieron lugar a la instauración de un sistema democrático en dichos países.

A partir de entonces, la democracia actuó como una pandemia que alcanzó cada vez más países occidentales y fue evolucionando hasta el día de hoy, tratando siempre de mejorarse a sí misma. Y es que si el sistema democrático actual presenta problemas, cabe mencionar que estos estuvieron presentes desde su nacimiento; de ello da constancia la guerra del Peloponeso en 431 a.C., que enfrentó una Atenas democrática a un Esparta oligárquica y contraria a la tiranía establecida por el imperio ateniense, que aniquiló a la población de las ciudades que osaron rebelarse contra su despotismo y abuso de poder.

PROBLEMAS DE AHORA Y DE SIEMPRE

Pero ¿cuáles son estos problemas comunes a todas las comunidades democráticas de la historia?

Una democracia deja de ser útil en el momento en que se contradice a sí misma, a sus principios. Esto pasa cuando deja de defender a sus ciudadanos y actúa en función del interés económico de los gobernantes o las grandes multinacionales; al tomar decisiones en contra de la opinión pública y leyes sin la aprobación general; cuando los medios de comunicación sirven a un partido político, manipulando al público, etc. En resumen, cuando la democracia deja de ser del pueblo, deja de ser democracia.
Todos estos problemas tiene algo en común: son contrarios a la ética y moral democráticas.

DERECHOS HUMANOS: PILARES DEMOCRÁTICOS

La democracia se sostiene gracias a una serie de normas y valores éticos que actúan como ejes vertebradores de las sociedades democráticas y que en su conjunto, constituyen la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por esto decimos que sin basarse en principios éticos la democracia iría en contra de sí misma.
El derecho es lo que hace de la democracia el sistema político más justo que ha existido, puesto que el derecho no es otra cosa que el valor de la justicia; ambos conceptos han sido ligados desde la Gracia Antigua, donde el problema jurídico era ya tratado por la sofística, sistema filosófico centrado en el hombre y sus problemas.
No obstante, lo justo como algo individual lleva a leyes colectivas injustas, por lo que a lo largo de la historia se ha buscado un perfeccionamiento del derecho: por parte de los estoicos griegos, de la filosofía escolástico-tomista que siguió al cristianismo en la Edad Media, de la Ilustración basada en el humanismo renacentista, más tarde, del liberalismo y finalmente del movimiento obrero del siglo XIX.
Todas sus reivindicaciones dieron como fruto la declaración de unos Derechos Humanos Universales que responden a condiciones concretas y reales de la vida y no teóricas: a intereses globales.
Sin embargo, sin la conciencia de los gobernantes del control del pueblo sobre la polis, los derechos humanos carecen de garantías jurídicas.
“Los derechos humanos serán humanos si son llevaos por la comunidad humana. En esto radica su justificación, y no en ser una superestructura férrea, que lejos de hacerse para el hombre, se hace a pesar del hombre”. CARLOS DÍAZ Y JOSE MONTOYA

BIBLIOGRAFÍA

TÍTULO: Filosofía, Tercer curso de bachillerato
AUTOR/ES: Calos Díaz Hernández, José Montoya Sáenz
EDITORIAL: Marfil
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TÍTULO: Textos para jóvenes
AUTOR/ES: Clemente Aguilar, José A. Aguilar
EDITORIAL: Alhambra
COLECCIÓN: Humanidades

TÍTULO: Ibérica, Geografía e Historia de España, 3er Curso B.U.P.
AUTOR/ES: M. Balanzá, P. Benejam, M. Llorenç, R. Ortega, J. Roig
EDITORIAL: Vicens-Vives
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TÍTULO: Ética Cívica
AUTOR/ES: José Antonio Marina
EDITORIAL:
COLECCIÓN:

Lorena Argudo López, 1º BAAR

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