sobre “Educación y Disciplina” de Bertrand Russell, por Lydia Orero

Para empezar hablando de educación hay que hacer un inciso, porque como bien se dice en el texto, no van a estar de acuerdo en la forma de educar dos personas que tienen dos perspectivas opuestas de los fines de la vida.
A lo largo de la historia se podría decir que se han impuesto dos teorías: la cristiandad y el nacionalismo. Aunque parezcan opuestas no lo son del todo ya que coinciden en la poca o nula base razonable que tienen. Ambas son formas de intentar dirigir a las personas a la no razón e ir hacia atrás en la evolución volviéndose violentas cuando la educación se trata de todo lo contrario de enseñar a utilizar el razonamiento y borrar completamente el uso de violencia (civilización).
Un individuo debe tener ciertos conocimientos tanto intelectuales como morales: debe tener “cultura general” de lo que ocurre a su alrededor, tanto para su saber por saber como para poder luego opinar y argumentar con ideas fundadas, y  moralmente se trataría en algo que es muy variado ya que sería cuestión de educación ya no de conocimientos sino de un saber estar, y control de impulsos. También añadiría el amor por la vida para ser feliz.
Muchas veces nos limitamos a ver la vida como una serie de leyes a cumplir, en no hacer daño, ni infligir las normas, pero también hay una serie de normas que no se penalizan con cárcel ni dinero pero que todos sabemos apreciar. A todos nos gusta el respeto, la libertad, la razón, etc. Y podemos ver cuando no nos están respetando, en cambio no somos igual de objetivos cuando somos nosotros los infractores. Puesto esto deberíamos aplicarnos lo de “ No hagas lo que no quieres que te hagan a ti” .
Volviendo a la cuestión de la educación, se abren varios frentes:
Quién opina que los niños tienen que ser completamente libres
Quién dice que tienen que estar completamente sujetos a autoridad
Y quienes opinan que siendo completamente libres se convertirán en seres completamente buenos.
Ninguno de todos es el correcto, puesto que los niños tienen que ser libres pero sabiéndolos guiar sin necesitad de una autoridad severa. Los niños que ven en sus mayores una enseñanza con cariño la aprenden mejor que quienes ven violencia en la enseñanza.   Un niño que crece en una educación autoritaria puede derivar a dos opciones: sumisión o rebelión. El sumiso siempre nunca mostrará su opinión ni querrá formar parte de nada mientras que el rebelde utilizará la violencia para salir de ese ambiente de autoridad.
Las dudas sobre cómo educar vienen dadas por muchas cosas, pero hay padres que se centran en ver lo que quieren que lleguen a ser sus hijos olvidando que tienen que ser ellos quienes lo elijan mediante su ayuda claro, pero solo utilizándolos de guía no de impositores de “destino”.
Aunque como todo está el extremo de los padres que le permiten todo a sus hijos como si solo estuvieran para atenderlos a ellos y eso tampoco es. Hay que saber explicarles sus deberes y sus derechos y guiarlos en todo lo que necesiten pero siempre dejando un espacio para que vayan aprendiendo a solucionar sus problemas y a “buscarse la vida”.
Para terminar, yo diría que esto es lo más difícil pero no imposible. Si desde un principio se le guía correctamente a un niño sabiendo cuando aflojar más o menos es más difícil que  responda negativamente ante todo. Pero aparte de ver cómo crecen creo que habría que crecer con ellos, puesto que a cada edad corresponden unas libertades y unas obligaciones. No estancándonos en nuestros “niñitos” como si fueran a tener 5 años toda la vida. Aunque los adolescentes muchas veces solos nos interesa ser mayores para lo que queremos, creo que si nos dejaran serlo para todo o incluso nos medio obligaran a hacerlo  maduraríamos en todo, no en lo que solo en lo que queremos.

Lydia Orero 1º Bach Humanidades

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