Crítica sobre la obra de teatro de La Celestina

Varios alumnos de diferentes niveles (3º ESO  hasta  1º de Bachillerato) del centro I.E.S Fuente San Luis  asistimos el día 20 de enero de 2014 al colegio Salesianos San Juan Bosco para ver  La Celestina, una obra de teatro representada por la compañía Educa.

 

La Celestina fue escrita por Fernando de Rojas a finales del siglo XV. Es una de las obras  más importantes de la literatura española.

 

Se ha cuestionado mucho si  La Celestina  es una obra de teatro o una novela. Y también el título ha sido polémico. Y es que esta obra en sus comienzos se denominó Comedia de Calisto y Melibea. Posteriormente fue conocida como  Tragicomedia de Calisto y Melibea y, finalmente, fue la protagonista la que acabó imponiendo el nombre a la obra. Así es como la conocemos hoy en día, como La Celestina.

 

El argumento de la obra gira en torno a los trágicos amores de Calisto y Melibea y a las malas artes que emplea la alcahueta Celestina para que se enamoren.

Calisto, un hombre inteligente y de clase alta, ha conocido  a la bellísima Melibea, y se ha enamorado de ella. Vuelve a encontrársela en la ciudad, cerca de la iglesia, y le comunica sus sentimientos a bocajarro. Ella no lo acepta.

Vuelve Calisto a su casa y confiesa su amor y su pesar a su criado Sempronio. Éste le propone que utilice a la vieja Celestina como intermediaria, para que suavice la actitud de Melibea.
Celestina logra entrar en casa de Melibea e intercede en favor del enamorado; consigue vencer sus sentimientos y la joven acaba enamorándose de Calisto. Sempronio y Pármeno, criados de Calisto, de acuerdo con Celestina, desean explotar la pasión de su amo, que había ofrecido a la vieja una cadena de oro si lograba sus propósitos. Los criados reclaman su parte a la vieja, que se niega; la matan y huyen. Pero son atrapados por la justicia y acaban muriendo.
Calisto suele visitar a Melibea trepando a su jardín por una escalera de cuerda; estando en él, se produce en la calle una pelea. El joven, pensando que uno de sus nuevos criados tiene problemas, desea intervenir en ella y al bajar por la escalera cae al vacío. Calisto muere, y Melibea, al saberlo, sube a una torre y se arroja desde lo alto.
La obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea.

 

La obra estuvo bien representada dentro del contexto del libro. El guión adaptó perfectamente los diferentes  aspectos que se consideran importantes y puntos clave de la novela, como por ejemplo las ansias que tiene Calisto de saciar su amor y como desesperado recurre a Celestina guiado por los consejos de Sempronio.

 

La Celestina, en mi opinión, es una de las mejores obras de  nuestra literatura y a la hora de representarse, tanto los personajes como la iluminación del escenario así como  el  vestuario, la puesta en escena y todos los demás elementos escénicos deben la  altura de su grandiosidad.

Considero que la puesta en escena fue  pobre: tan solo un escenario para representar una pequeña plaza con  un banco que separaba la casa de Calisto; tan solo una pared con armas y tan solo  un taburete para sentarse Melibea. Al fondo del escenario podía verse  la casa de Celestina, representada por  una especie de pared con una puerta.

 

 

En cuanto al sonido, decir  que en un principio  los  problemas técnicos hicieron que la voz de Calisto no se oyera. Si a esto le  sumamos el alboroto y griterío que hubo nada más empezar la representación, comprenderéis que no fue muy agradable y  que eso nos  impidió que pudiéramos enterarnos de los primeros minutos de la obra. Más  tarde el problema se solucionó.

 

Respecto a los personajes, el número de actores era escaso para poder representarlos y aunque hubo ausencia de algunos de ellos, los principales no faltaron en la obra: Calisto, Melibea, Celestina, , Sempronio y Pleberio. A muchos de nosotros nos llamó la atención  Sempronio y notamos que Pármeno no estaba. Después de terminar  la obra  hubo un  coloquio y el actor que representaba a Sempronio  nos  explicó que habían fundido  los caracteres de Sempronio y Pármeno y que de ellos habían hecho  un solo personaje. Entonces es cuando lo entendimos. La verdad es que esto no me gustó nada, ya que cada personaje juega un papel diferente en la obra.

El personaje dela Celestinaestuvo muy bien representado salvo por un pequeño detalle: la actora era demasiado joven y, por lo tanto, no  era  creíble. Podrían haberlo arreglado envejeciendo al personaje con maquillaje. Eso le hubiera dado más realismo a la representación.

 

El vestuario fue muy monótono. Había actores que representaban a varios personajes y por la escasez de tiempo tan solo se cambiaban de camisa. No fue uno de los puntos fuertes de la obra.

 

Por último, señalaré que  una de las partes más importantes de la novela, el monólogo de Pleberio, ocupó 1 minuto de la obra. Aquí era donde podía verse perfectamente reflejada la voz del autor Fernando de Rojas. En el soliloquio se acusa al Mundo, al Amor y ala Fortunade la tragedia ocurrida. El Amor realmente no es sino un disfraz  que esconde ese bonito nombre; es un espejismo que lo torna todo bonito; es el compañero de la falsedad y el engaño, el falso dios enemigo de toda razón. Pleberio compara el  Amor  con las conocidas danzas de la muerte, ya que es tan arbitrario como ellas. Elige a parejas y las mata según su antojo.

En este monólogo se ve reflejado que el Amor es el peor enemigo de Pleberio y el causante de la mayor de todas sus desgracias: la muerte de su hija. Esta parte es imprescindible en la obra y no debería de haberse representado en tan poco tiempo. Sin esta parte, la obra carece de sentido porque el  Amor no es sino un disfraz y tras él está Dios. ¿Qué hace el hombre perdido en este mundo sin ley, sin  ninguna fe a la que pueda acogerse ni antes ni después de la muerte? El resultado es  lo que el espectador acaba de presenciar: La Celestina.

 

La verdad es que me gustaría ver esta obra sin adaptar, dirigida a gente adulta y así poder comprobar las diferencias.

 

A pesar de esto, he de decir que la obra me gustó. La adaptación era buena y más para   el tipo de alumnos a quienes iba dirigida.

Los personajes utilizaron un lenguaje muy adaptado a nuestro siglo, conciso y claro.

Al final  del acto se realizó una breve sesión de preguntas que los actores supieron contestar a la perfección. Así los alumnos resolvieron sus dudas.

 

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*