Las nuevas tecnologías – Silvia Requena. 1º Bachillerato Artístico

Patricia siempre había tenido su grupo de amigas, eran las mismas desde la guardería. En su grupo siempre habían ido entrando y saliendo chicos y chicas, pero las amigas de Patricia y ella siempre habían estado juntas.

Las cosas empezaron a cambiar cuando llegaron a secundaria. Todas se compraron juntas una BlackBerry, todas excepto Patricia, dado que sus padres estaban teniendo un bache económico y no se lo podían permitir.

Empezaron a quedar por la BlackBerry, en el Messenger, pero se olvidaban de Patricia porque al no tener un móvil que pudiera albergar esa aplicación no tenían forma de contactar con ella.

Y eso no era cierto, todas tenían fijo y tenían el numero de Patricia, “pero no querían perder el tiempo llamándola”.

Bastante tiempo después, Patricia consiguió una BB y se puso en contacto con ellas; ya volvían a quedar otra vez juntas, pero no era lo mismo. Parecían zombis, solamente utilizaban el móvil, casi ni hablaban. Patricia se decepcionó mucho al ver lo que les había sucedido a sus viejas amigas por culpa de las nuevas tecnologías.

Tenía que encontrar solución a lo que sucedía pero no sabía cómo hacerlo. Las chicas siempre estaban con el móvil y no lo dejaban ni para ir al baño, iba a ser difícil.

Varios días después, tuvo una idea que esperaba que funcionase. Avisó a todas de que fueran a su casa esa noche, había preparado una fiesta de pijamas.

Llegada la hora fueron apareciendo, y una vez allí, Patricia las reunió en el salón, donde les dio una caja grande; todas se preguntaron para qué era y ella, finalmente, respondió a sus dudas.

La caja era para que guardaran los móviles por una noche; lo primero que tenían que hacer era apagarlos y lo segundo guardarlos. Todas se negaron, ninguna quería desprenderse de su móvil.

Patricia les contó todo lo que se iban a perder si estaban con el móvil. Se perderían la película, la manicura, la pelea de almohadas, todo lo que habían hecho siempre en sus fiestas de pijamas.

Después de mucho protestar aceptaron y fue la mejor fiesta de disfraces después de mucho tiempo.

Las amigas acordaron apagar el móvil y guardarlo cuando estuvieran juntas, no querían que una maquina estropeara la amistad que habían mantenido después de tantos años.

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